VERSE 1 (KLANDESTINO)
Cierra la persiana que hoy no quiero luz en mi carne.
Hoy, Dios no puede juzgarme.
Sumergido, con el barro al cuello,
luchando por salir de ello,
gatos negros vienen a abrazarme.
Poniendo sentido en hacer hechos que no lo tienen.
Yo no saco pecho por mis bienes.
Si lo saco, es porque salgo de donde me meto
normalmente, intacto. Lo llaman respeto.
Yo no pacto con catetos;
les doy un espejo p'a verse el careto.
Yo puedo decir lo que quiera de mí;
hay quien dirá que es mentira
y yo les digo 'que si, que si'.
Si "rapeo", es mi forma de huír.
Rozando el coma, tengo que escribir.
Y, si te subes a la lona, te tengo que batir:
son efectos secundarios de querer llamarte MC.
Un recuerdo en cada línea,
un instante en cada palabra.
Definen mi amistad con el límite.
Quien no esté con nosotros, que se quite.
El ayer nunca se repite.
Tú cierra la persiana.

VERSE 2 (NESUÍ)
Cierra la persiana
que hoy no quiero que entre luz en mi cuarto.
¡Tanta mierda...! Ya estoy harto.
Falto de cariño, la botella empino.
La felicidad ya pasó de largo.
Un juguete roto entre tantos.
Mis papilas gustativas conocen el amargo.
En este mar yo buceo sin bombona
en una zona que es enero y yo ya estoy en marzo.
Ando descalzo sobre cenizas de lo que fumé.
Las heridas no cicatrizan, ¿por qué?.
Por que, por mucho que te evadas,
los problemas no se solucionan si no vas de cara.
Hará, a la larga, que me vuelva ya majara
mi estado anímico triste. ¡Triste!
Debo todo a mi vómito: tóxico, insólito, daltónico...,
porque gris es mi gama de colores.
Solo quiero salir de la cama y que vengan días mejores.
Esa es la actitud. Veo sombras reflejadas
porque en, algún sitio, tiene que haber luz.

VERSE 3 (MAGNO)
Vivimos en la oscuridad.
El Sol hiere mis retinas.
Estoy más cómodo en la sombra
viendo como un papel se llena de resina,
pensando en el ayer y en lo que se avecina;
sin estar aquí.
Sé que sería más feliz
si viviera el presente con constancia,
pero hay fantasmas que ocupan mi estancia.
¿Me entiendes?
Tal vez, si los dibujo en una instrumental,
ya no les dé tanta importancia.
No quiero que mi corazón engañe a mis sentidos;
sé que mi cabeza miente a mi intuición.
Ya no encuentro motivos p'a hacerme enemigos.
No digo que haya sido sencillo aprender la lección
sin perder la razón.
Odiar no viene a cuento. ¡Ponlo en una canción!
Tantos momentos perdidos echando cuentas.
¿Cuántos egos heridos hay en la ecuación?
Caminamos a tientas,
pues nuestra propia vida es una habitación sin luz
y, ¡buf!, ¡cuántos años me pasé buscando una salida!
¿También te haces daño
escapando de lo que no quieres sentir?
Puedes venir. Aquí, vivimos en la oscuridad.